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Insectos Comestibles

Los insectos representan un encuentro con la época prehispánica en donde tomaban de la naturaleza los mejores ingredientes para preparar deliciosos platillos. Tal vez  la idea podría ser poco apetecible pero no te dejes guiar solo por la palabra “insecto”, pues pueden ser un ingrediente muy gourmet que no puedes dejar de probar por lo menos una vez.

Existen 549 especies de insectos comestibles en México y algunas de estas pueden llegar a tener un uso medicinal. La costumbre utilizar insectos con fines médicos es una tradición de antaño. La mayoría de las culturas prehispánicas como la zapoteca, la mixteca y la maya los utilizaban para aliviar varias enfermedades como digestivas, respiratorias, nerviosas, circulatorias y óseas.

Chinicuil: Gusano de chile, parecido al gusano de maguey, se prepara en diversos platillos como salsas o frijoles blancos. Consumidos frecuentemente en Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo.

Ahuautle: Es la hueva de un mosco acuático originario del Valle de México cuyo sabor es parecido al camarón molido. Se cocina en tortitas con huevo o  simplemente en una tortilla con salsa. Las puedes encontrar en Xochimilco  y en zonas del Estado de México.

Jumiles: Conocida también como chinche de campo, Se prepara en platillos tradicionales en Guerrero y Morelos. En Taxco, estos bichos tienen su propio día pues cada Noviembre se celebra el Día del Jumil.

Chapulines: Son perfectos como botana, pueden ser acompañados de chile piquín o en platillos deliciosos totalmente gourmets. Son mayormente consumidos en zonas como: Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Morelos, Puebla, Guerrero, Michoacán, D.F.

Escamoles: Son tradicionales en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala. Su sabor es fino y ligeramente dulce, son utilizados tanto como guarnición y como plato fuerte. Muchos  les llaman el caviar mexicano.

Chicatanas: Cuando llegan las lluvias, los adultos y los niños compiten al amanecer para atrapar a estos bravos seres alados con poderosas mandíbulas, sin obtener una dolorosa mordida. El esfuerzo vale la pena, pues las también llamadas “hormigas bolsonas” se tuestan y se molcajetean con ajo, sal y chile para obtener una salsa que aderezará una tortilla de maíz recién hecha.

Por Mafer Beltran | GourmetdeMexico.com.mx

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