Frida Kahlo, una de las artistas más icónicas de México, es conocida no solo por su impresionante legado artístico, sino también por su vida personal vibrante y apasionada. Entre las muchas facetas de su vida, su amor por el tequila destaca como un elemento que refleja su espíritu indomable y su conexión profunda con la cultura mexicana.
Con motivo de su 70 aniversario luctuoso, exploraremos la relación de Frida Kahlo con el tequila, cómo esta bebida influyó en su vida y su arte, y algunas anécdotas fascinantes sobre cómo celebraba con esta bebida.
Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, Ciudad de México. Su vida estuvo marcada por el dolor y el sufrimiento físico, debido a un grave accidente de autobús que sufrió a los 18 años. Pero a pesar de sus múltiples operaciones y constante dolor, nunca perdió su pasión por la vida y el arte.
Este espíritu resiliente también se reflejaba en su vida personal, sobre todo a la hora de comer y beber, siendo el tequila un fiel amigo y hábil consejero.
Frida Kahlo y Diego Rivera, eran conocidos por su intensa vida social, las constantes fiestas en la famosa Casa Azul, no podían llevarse a cabo sin que el tequila corriera libremente.
El tequila en aquella época no solo era una bebida típica, también era un símbolo de resistencia y muy especialmente para Frida, una celebración de vida, a pesar de todas las adversidades.
Frida utilizaba el tequila como una forma de conectarse con sus raíces mexicanas; representaba el campo mexicano, el trabajo arduo y la autenticidad, valores que Frida apreciaba profundamente y que reflejaba en su obra.
Uno de los rituales de Frida, era brindar con tequila antes de pintar. Con esto decía que liberaba su mente y conectaba más profundamente con sus emociones. Sus obras, llenas de color, dolor y simbolismo, a menudo reflejan la intensidad de su vida y las experiencias que tuvo con sus seres queridos, muchas de las cuales estaban acompañadas de tequila.
Frida Kahlo y el tequila son dos símbolos indiscutibles de la cultura mexicana. La relación de Frida con esta bebida no solo nos habla de sus gustos personales, sino también de su conexión profunda con sus raíces y su capacidad para celebrar la vida a pesar de las dificultades. Al recordar a Frida, brindemos con un buen tequila en su honor, celebrando su vida, su arte y su legado perdurable.
Y recordemos que: Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?
¡Salud!