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Las enfermedades y enemigos de la vid

Principales enfermedades de la vid.

Oidio: Ataca las hojas y las uvas, se ve favorecida por la facilidad de adaptación a climas secos y la capacidad de perpetuarse sin su forma sexual, una vez en el racimo su tratamiento es con caldo bordelés (azufre, cal y agua).

Botrytis
Se trata del hongo Botrytis cinérea, en variedades poco maduras ocasiona pérdidas entre el 35 y 70% de la producción, variando según el clima. Si ataca frutas maduras cuando el clima intercala luminosidad y sol, se controla la humedad  y esta podredumbre se vuelve noble y beneficiosa para elaborar grandes vinos dulces.

Peronóspera o Mildew
Es una enfermedad que tiene elevada capacidad destructora cuando la temperatura y la humedad son propicias para su desarrollo. Ataca a todas las partes verdes de la planta, pero preferentemente a las hojas, observándose manchas sobre las mismas, y si ataca al racimo lo marchita.

Otras enfermedades
Excoriosis, Eutipiosis, Yesca, Antracnosis, Podredumbre Negra De La Uva, Podredumbre De Las Raíces, Necrosis Bacteriana, Virus, Flavescencia Dorada.

Las plagas de la vid.

Filoxera 
Se calcula que este pulgón arribo a Europa en 1860, surgiendo con fuerza en 1868 en Francia que fue el país inicialmente más perjudicado por esta plaga.  En España, se detectó por primera vez en Málaga y Gerona en 1877 y en 1878 en la Rioja extendiéndose posteriormente a todo el país.

El origen de la plaga parece haber sido la importación de vides americanas a Europa con el fin de ensayar especies y variedades nuevas resistentes al oídio, enfermedad también procedente de América que había invadido los viñedos europeos a mediados del siglo XIX. El efecto de la plaga fue una grave crisis que obligó a replantar casi todos los viñedos de Europa utilizando porta-injertos de vid americana, resistente al insecto.

Actualmente no hay tratamiento que elimine este insecto, aunque existen trabajos preventivos, como los portainjertos.

Otros problemas en los viñedos

Granizo
El más temible, se manifiesta por la caída violenta desde las nubes de granos de agua congelada más o menos gruesos, pudiendo puede destruir las hojas, los racimos y echar a perder toda una cosecha. Si se destruyen las hojas, la planta no puede realizar su fotosíntesis y los granos de uva contendrán menos azúcar. Si se destruyen los granos, son un camino abierto a la podredumbre. Para evitar las granizadas, los viticultores utilizan cañones antigranizo, que lanzan a las nubes yoduro de plata para provocar la lluvia en lugar del pedrisco, esta técnica es muy costosa.

Heladas
Estado de frío intenso (por debajo de 0 ºC, temperatura de congelación de agua), que puede acarrear la destrucción de los brotes de vid. En invierno, durante su reposo, la planta adulta resiste hasta -15 ºC. Sin embargo, en plena floración y cuajado, bastan temperaturas de -0,5 ºC.

Vientos
Su acción puede diseminar plagas, ocasionar mala fecundacion de las flores (millerindage), romper ramas, despegar sarmientos en la base y caídas de las hojas. Para aquellos cultivos más sensible una forma de prevenir estos daños es disponer las espalderas en la misma dirección de los vientos. También se utiliza en la mayoría de los casos cortinas rompevientos o arboles.

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