Team VinotecaLa luna ha fascinado a la humanidad durante milenios, influyendo en mitologías, calendarios, en el arte y la música, además de que se reconoce su influencia en prácticas agrícolas en todo el mundo.
En la Vinicultura, la luna es un factor esencial para la elaboración de un buen vino, ya que se cree que influye desde en el cultivo de la vid, hasta el embotellado.
Como celebración al Día Internacional de la Luna, exploraremos cómo las fases lunares afectan el crecimiento de las uvas y la producción de vino, y cómo los viticultores utilizan estas influencias para mejorar la calidad de sus vinos.
Las Fases de la Luna y su Impacto en la Vid:
Luna Nueva
Se cree que durante esta fase lunar, la energía de la planta se concentra en sus raíces; Por lo tanto, es un buen momento para plantar nuevas vides y para podar, ya que la planta se centrará en el crecimiento subterráneo, lo que puede fortalecer el sistema de raíces.
Luna Creciente
A medida que la luna crece, la savia de la planta asciende, lo que promueve el crecimiento de hojas y tallos. Esta fase es ideal para injertar vides y para aplicar tratamientos foliares, ya que la planta está más receptiva a la absorción de nutrientes.
Luna Llena
También conocido como Plenilunio, durante esta fase se cree que la planta alcanza su máxima energía, por lo que es favorable para la cosecha de uvas, ya que los frutos estarán en su punto óptimo de madurez y sabor. Sin embargo, algunos viticultores evitan trabajos intensivos en este momento debido a la creencia de que la planta está más sensible.
Luna Menguante
La energía de la planta se dirige nuevamente hacia las raíces. Este es un buen momento para la poda y para realizar labores que requieren menos energía de la planta, como la limpieza del viñedo.
Otros Aspectos de Vitivinicola Biodinámica
Algunos enólogos biodinámicos inician la fermentación durante las fases de luna nueva y luna creciente para promover una fermentación saludable y estable.
La clarificación y filtración del vino a menudo se realizan durante la Luna Menguante, cuando la gravedad y la posición de la luna pueden ayudar a que los sedimentos se asienten más rápidamente.
En algunos casos, algunos enólogos, programan el embotellado del vino durante la luna llena, cuando se cree que el vino está en su mejor momento energético y de sabor.
La adherencia a las fases lunares y otras prácticas biodinámicas puede resultar en vinos que expresan de manera más pura y auténtica el terroir del viñedo. Los viticultores biodinámicos a menudo reportan que sus vides son más resistentes a enfermedades y que sus vinos tienen una mayor complejidad y equilibrio.
La relación entre la luna y el vino es un ejemplo fascinante de cómo la observación de los ritmos naturales puede influir en la agricultura y la elaboración del vino. Al seguir las fases lunares, los viticultores biodinámicos buscan crear vinos que no solo son deliciosos, sino también reflejan un profundo respeto por la naturaleza. En este Día Internacional de la Luna, celebremos esta conexión especial brindando con un vino biodinámico, honrando tanto a la tierra como a los cielos.
¡Salud!
